miércoles, 19 de septiembre de 2012

Sirena imaginaria.

Hace trece años que en mi ciudad, todos los 5 de mayo, se festeja el día de la sirena. Lo llamamos así, porque desde ese día la pesca en esta parte de la región aumento casi mágicamente. Ajam, de un día para el otro, pero eso no es lo mas interesante, hay una historia por detrás, que aveces nos cuentan los mas viejos para motivarnos a creer.

Nadie sabe con exactitud el nombre, pero algunos le decimos El. En ese momento lo que es ahora una ciudad naciendo, fue un pueblo plagado de hambre y desesperanza, los pescadores cada vez con menos ganas de surcar el agua, en busca de tesoros imposibles.

Había una familia en particular, eran solo tres, la madre, quien tejía redes y redes, todo el día. El padre, uno de los mejores cazadores de peces y el hijo. Siempre estaba alejado de todos, no muchos niños lo conocían, y los viejos lo tildaban de raro.
Supón yo, que tendría en ese entonces catorce o quince años, cuando todo comenzó.

-Ama, ¿Puedo salir a jugar?-
-No, a tu padre debes de ayudar-
-Pero Ama, hoy la soñé, es una sirena, y en el muelle me espera-
-Ya basta, lo único que te espera, es una paliza próxima-

El joven niño tomo las redes apenas cocidas y fue al barco a ayudar.

-Apa, aquí están, las redes que te hizo Ama-
-Déjalas ahí, puedes ir a jugar, cuidado en el arrecife, te puedes lastimar-

Muy contento el salió, esperanzado de un ángel encontrar. Hacia noches que soñaba, que una sirena iba a encontrar. Tal vez su falta de apoyo, o su imaginación singular, no lo hacían especial, pero si le daban felicidad.
Tres noches el soñando paso, y justo hoy el lo creyó, llego al muelle y nada vio, entonces en el arrecife se arrojo, muy enojado estaba el, pero grata su sorpresa al ver a quien, era ella, así tan simple, era real, pregunto su nombre y ella le respondió.

-Hola joven enamorado, te vengo a rescatar, mi nombre es Anirbas, y en un mar de penas vos estas-
-Entonces es real, te puedo ver, te quiero tocar, necesito saber que nada de esto no es real-
-Pero yo soy tan real como vos, vivo en tu cabeza, y pronto en tu corazón-

Pasaron la tarde hablando de la vida, ella contando historias de sirenas, el hablándole de tonterías, su vida poco interesante había volteado, ahora de una sirena estaba enamorado.
Después de jugar y hablar, a su casa tenía que volver, sabia que por mas que lo cuente, nadie le iba a entender. Hizo caso omiso a todo eso, y a sus padres les contó su secreto. Entonces recordó algo que Anirbas le dijo, si acaso no te creen, mañana tendrán, la mayor pesca del año, ya verán.
Su padre solo creyente en Dios, le importo un comino. Y a la mañana siguiente su maravilla paso, pescaron como nunca, y ahí es cuando el se lo pregunto.

-¿Hijo, acaso me has mentido?-
-Jamás Apa, te he contado la verdad, ella me lo permitió, y me dijo que si tu quieres, el pueblo a de saber.-

Como el mejor chisme, por todo el lugar se desparramo. Ahora todo sabían de el, y que esperaban de mañana la mejor de las cosechas. Pero claro, muchos envidiosos, viejos despiadados y borrachos resentidos no le creyeron, lo siguieron toda la tarde, y en el arrecife el paro.

-Pequeña princesa, quiero saber mas de vos, todos en el pueblo creyeron, así como yo creo en vos-

Hablaron un largo rato, y a la distancia los usuarios resentidos solo lograban verlo a el, tan solitario y extraño, casi sin sentido.
Esa noche, su madre un trágico secreto le confeso, si una sirena se enamora de vos, en tres días perecerá, y amenos que se lo des tu vida, de ella jamás se sabrá.

La siguiente mañana fue mas grata aun, todo el pueblo cargado de peces.
Sabían ahora que es lo que estaba pasando, y esa tarde a el lo fueron a buscar, ya el tercer día, con ella charlo, muy triste ella, su adiós le confeso. Le dijo que de el se enamoro, y es por eso mismo que su tiempo se acabo. Justo en el momento del beso, el pueblo en la escena cayo. Ya era tarde, de nuevo estaba solo.

Esa noche la lluvia cayo, algunos dicen que la luna misma de ellos se apiado, que las estrellas lloraban, y que el mar con olas de enojo la playa golpeaba.
La ultima mañana un desastre se hallo, no habían mas de tres peces, nada quedo.
Todos a la casa de El se fueron a quejar, y hasta hay alguien que le dijo, si te matas a ella la encontraras.
Tal ves su inocencia, su juventud o ignorancia, capas que su falta de lógica o simplemente su angustia. Esa tarde de su casa escapo, se subió al risco mas alto, y a Dios le pidió, te entrego mi vida, a cambio de la de mi amor.
Cerro los ojos y un salto de fe dio, dejando su tristeza de lado, por un amor imposible salto. Nada de lo que alguna vez fue, en ese momento importo, y algunos aun creemos que el mismo Poseidón lo escucho.
Un día de luto, por el niño enamorado se dio, y desde ese entonces la pesca y la fortuna por esta parte de la región se dio. Su familia muy dolida decidió irse, y todo dejo, y si bien muchos sabemos que fue egoísta, de algo sirvió.

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